La retinopatía diabética es la causa más frecuente de discapacidad visual en México.
En relación a los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (ONU), para octubre del año 2013, en el mundo había más de 347 millones de personas con diabetes. En la actualidad, México ocupa el primer lugar en esta enfermedad entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y es el segundo en Latinoamérica y el sexto a nivel mundial.
El 97.5% de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo I y el 77.8% de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo II, padecen algún grado de este problema ocular, generalmente se presenta después de varios años de padecer diabetes, ya que todo paciente que la padece puede sufrir de esta enfermedad y perder la visión.
¿Qué es la Retinopatía Diabética?
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular desarrollada a través de la edad cuando se padece diabetes, ya sea tipo I o II. Al tener en la sangre altos niveles de contenido glucémico, el endotelio (pared de los vasos sanguíneos) de las arterias y las venas de la retina se dañan, volviéndose anormales, afectando el sistema circulatorio del ojo, dejando escapar más líquido de lo normal hacia la retina (parte más importante para la visión, que es donde la luz se convierte en impulsos eléctricos y así el cerebro interpreta las imágenes), por lo que esta se “encharca” y se produce edema.
Cuando este edema (acumulación anormal de líquidos) se presenta en la mácula (zona de mayor sensibilidad en la retina), se conoce como edema macular que ocasiona disminución de la visión debido a su engrosamiento.
También se puede manifestar por la aparición de neo vasos (nuevos vasos sanguíneos), estos se rompen fácilmente liberando sangre, lo que genera una obstrucción a la retina para recibir el paso de luz, lo anterior conocido como hemorragia vítrea.
En fases avanzadas puede ocurrir el desprendimiento de la retina, las arterias y las venas de la retina pueden crecer hacia el vítreo (gel transparente que se encuentra adherido a la retina) y formar membranas que pueden traccionarla.
¿Cuáles son los tipos de retinopatía diabética?
- Proliferativa: Ocurre cuando existen arterias anormales en la retina, que crecen sin control. Esto en respuesta a la falta de oxígeno, provocando la estimulación de crecimiento de nuevos vasos anómalos, que se rompen y provocan hemorragias en la cavidad vítrea del ojo. En caso de no ser tratados a tiempo, puede provocar daño en la retina y la ceguera del paciente, lo que sucede en etapas avanzadas.
- No proliferativa: También conocida como de fondo, existe cuando en los vasos sanguíneos se generan microaneurismas (pequeñas protuberancias) que dan paso a que fluidos de sangre entren a la retina, llegando a generar hemorragias retinianas, e incluso depósitos de colesterol y grasas, provocando engrosamiento o inflamación de la retina de su centro (mácula). Sucede en etapas tempranas.
¿Cuáles son los síntomas?
Las primeras etapas generalmente son asintomáticas, sin embargo en su progreso se puede presentar:
- Manchas o puntos oscuros flotantes en la visión.
- Disminución de la visión nocturna.
- Visión borrosa.
- Áreas oscuras (totales o parciales).
- Pérdida de visión.
Los síntomas pueden aparecer en un ojo, pero generalmente se presentan en ambos.
¿Cómo se detecta?
La forma de detectar la retinopatía diabética es únicamente a través de un examen ocular completo, que incluye:
- Prueba de agudeza visual: A través de la cual se mide la capacidad para percibir los detalles de los objetos que se están viendo, generalmente a través de filas de letras que van reduciendo su tamaño.
- Examen con lámpara de hendidura: Con la ayuda de este equipo médico, el cual tiene la función similar a un microscopio, se examinan las estructuras que se encuentran en la parte frontal del ojo, como la retina, el nervio óptico, la conjuntiva, la córnea, la cámara anterior, la esclera y el iris.
- Examen por dilatación: Procedimiento indoloro por el que a través de la administración de gotas en los ojos que dilata la pupila, permitiendo examinar a detalle el nervio óptico y el fondo de la retina, detectando y diagnosticando con un mayor precisión los problemas oculares.
Cuando se hace un diagnóstico oportuno se puede disminuye el riesgo de perder la visión.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento a seguir es referente al estado de progresión de la enfermedad. La retinopatía diabética no es curable, sin embargo se puede controlar y resolver la mayor parte de sus complicaciones para retardar la progresión de la pérdida visual. Existen dos tipos de tratamientos: quirúrgicos y farmacológicos.
- Cirugía láser: Un haz de luz amplificado por emisión estimulada de radiación atraviesa las capas de la córnea, el lente y el vítreo sin ser afectados, el cual elimina y reduce los neo vasos sanguíneos anormales, lo que conlleva a la desinflamación macular. Principalmente recomendado para pacientes con edema macular, retinopatía proliferativa y glaucoma neovascular.
- Vitrectomía: Procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es remover vasos sanguíneos anormales que se desarrollan en el vítreo, quitar hemorragias y evitar que haya más de estas, a través de la extracción de sangre y tejidos de las estructuras vasculares anómalos.
- Inyección intraocular de fármacos. La inyección intravítrea es una técnica mínimamente invasiva de demostrada eficacia por medio de la administración de esteroides o antiangiongénicos, que inhiben el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF por sus siglas en inglés). Evitando que este contribuya al desarrollo de tejido endotelial vascular anormal. Las inyecciones de suministrar en periodos de tiempo programados por el médico especialista.
Los tratamientos anteriormente mencionados se realizan en cada ojo que sufre el padecimiento.
Sin duda y como en todas las enfermedades, el mejor tratamiento es previniéndola, midiendo los niveles de azúcar en la sangre y teniendo un control de estos. Si esta enfermedad ocular no se trata, se puede llegar a la pérdida de la visión de manera irrecuperable.
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