Tipos de retinopatías diabéticas y sus características
Los avances en investigación clínica en el campo de la retinología han dotado a los especialistas de conocimiento y herramientas altamente sofisticadas para el diagnóstico y tratamiento de padecimientos que afectan la visión.
Gracias a esto hoy en día se cuenta con mayor información acerca de alteraciones y enfermedades de la vista ocasionados por padecimientos subyacentes, como es el caso de la retinopatía en pacientes con diabetes para que sea más sencillo identificarlos en sus fases tempranas y así incrementar las probabilidades de éxito con un tratamiento adecuado.
En la retinopatía diabética se identifican diferentes fases de desarrollo: retinopatía de fondo, edema macular y retinopatía proliferativa. La retinopatía de fondo, también conocida como no proliferativa es la primera etapa de una retinopatía y por lo regular no presenta signos ni síntomas que resulten evidentes, lo que llega a dificultar su detección.
Se caracteriza porque los capilares de la retina se convierten en membranas semipermeables, lo que favorece la pérdida de líquidos y sangre. Esto puede ocasionar que la retina se inflame, el signo más sencillo de identificar aunque no siempre está presente.
La siguiente fase de la retinopatía es el edema macular, la que se alcanza cuando la inflamación de la retina llega hasta el centro de la mácula que es la responsable de la visión directa y aguda, ocasionando que la visión se torne borrosa.
Existen dos tipos de edema macular, el focal, producido por el desarrollo de microaneurismas en la retina por los que se pierde líquido, y el difuso, que se produce por la dilatación de los capilares ocasionando la pérdida de líquido difundida.
Las características del edema macular determinan el tipo de tratamiento que el especialista recomiende por lo que es imprescindible acudir a consulta y seguir las indicaciones del médico.
La tercera fase de la retinopatía en pacientes diabéticos es la proliferativa. Esta fase comienza cuando los capilares de la retina que se han dañado se rompen ocasionando pérdida de sangre. Se caracteriza por una visión defectuosa y nublada a causa del impedimento de suministro a la retina de los nutrientes que necesita.
Esto lo lleva a crear nuevos capilares que son débiles y de gran fragilidad, por lo que se rompen fácilmente y pierden líquidos y sangre, además hacen tracción en las estructuras circundantes incrementando los riesgos de desprendimiento de la retina.
En esta fase es posible que incremente la presión intraocular con el bloqueo de los conductos por los cuales se drena el líquido del ojo, dando como resultado un trastorno conocido como glaucoma neovascular.
Para frenar el avance de una retinopatía es necesario recibir atención médica especializada y mantener en los rangos recomendados los niveles de glucosa. Si ustedes buscan especialistas en retina México para el tratamiento de este trastorno, los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, en el Centro de Retina Médica y Quirúrgica, SC con gusto los atenderemos.